sábado, 24 de marzo de 2007

tren

Como cada día me levanto pronto para ir a la facultad. Me ducho, me visto, desayuno. Son las 8, así que subo andando a la estación del tren. Al llegar el anden está tan lleno como siempre, cuesta encontrar un sitio en el que pararse. Todos giramos la cabeza al oir que el tren se aproxima, como zombies, miramos sin ver. De repente, noto algo extraño, pero no me doy cuenta hasta que bajo la cabeza y miro a la vía. Sólo queda lo que parecen los trozos de una persona sobre un charco de sangre viscosa. Los megáfonos vocean que el servicio ha quedado interrumpido, así me doy la vuelta y comienzo el camino en sentido contrario. Me vuelvo a la cama, ya intentaré ir a clase mañana.

1 comentario:

alakazaam! dijo...

ossstia


es el primer comentario que pongo





acabo de descubrirlo


es grande este micro "tren"


...se te agarra al hígado. Y no suelta.