Mírame a los ojos. Quédate conmigo. Sé que podemos cambiarlo. Si una vez fue bueno, puede volver a serlo. Es raro, pero es algo que siento que tengo que hacer. No quiero forzarte, pero sólo somos animales, sólo hay que cambiar el estímulo y habrá otra respuesta. Yo no sé querer pero quiero curar.

A la izquierda veo el Sol, a la derecha tengo la Luna. No sé qué camino coger. Quiero arrarcarme la piel. Quiero ser yo y dejar de ser yo. Quiero salir de mi cuerpo, sentir sin mi piel. Es como una penitencia. Estoy harta de oir cómo creen que soy los demás.

Nos vamos a la cama y por primera vez desde que duermo con él, su presencia no sólo no me reconforta, sino que me estorba. No paro de moverme hasta que pierdo la consciencia y al despertar en mitad de la noche me asusto al descubrir que no está a mi lado. Aún medio dormida le busco por el suelo y doy con él en la habitación de al lado.
Después vuelve conmigo y de repente me alegro de no tener buena memoria y de que nada me afecte lo suficiente, ya no recuerdo porqué me puse triste, y todo vuelve a ser como ayer.

Cuanto es el tiempo perfecto? 5 minutos? tal vez 15? Depende de para qué y de quien esté junto a tí.

Trato de dormir. Me doy la vuelta para no verle la cara, porque si le miro mi corazón se hace blando. Nunca he podido evitar eso.
Me giro y le miro a los ojos, casi no veo, pero intuyo, no quiero hablar ni que me hablen. Sólo quiero que se de cuenta que no es tan complicado, que no necesito follar por follar como las otras, que sólo necesito sentirle dentro. Pero es dificil comunicar eso con los ojos y mucho más con palabras.

Chica blanca, soltera y caliente

Llegan las 6 de la mañana y todo está permitido. Se enciende la luz del garito en el que llevas toda la noche y si aún no has conseguido nada, ya no hay listón que mantener. Ningún tio se ha restregado contra tí, así que ya puedes calentarles rápido enrollandote con tu amiga y fingiendo que te gusta, porque en 15 minutos todos los tios se habrán largado, y tendrás que irte a casa sola. Todo sea por el espectáculo y por sentir una polla entre tus piernas una noche más, que sino luego la semana se hace larga. Aún eres joven para preguntarte que tendrás que hacer cuando llegues a los 25 si te ves obligada a hacer eso a los 20. Supongo que eres joven incluso para pensar en nada que no sea calentar al chico guapo que pasó de tu culo durante toda la noche, pero que ahora tal vez no esté tan dispuesto a decir que no...

Dedicado a las niñatas "bisexuales" de La Ofrenda.

mantenemos conversaciones que son una fría imitación de las conversaciones reales en un mundo que es una triste imitación del mundo real. jodido messenger. te quita el mono de comunicarte con alguien a la vez que te hace sentir gilipollas.
me gustan las palabras y me gusta la gente que sabe usarlas para hacer reir, porque todos sabemos usarlas para hacer daño, eso es realmente sencillo, sobre todo si aún puedes sentir dolor.
leo lo que escribe a otros y me rio, y por eso me gusta, pero cuando me escribe a mí es como si le disociara en mi cabeza, como si fuera otra persona.

Me abrazo a él y dejo que pase el tiempo. Hablamos desnudos cara a cara, sonrio, me río, le acaricio, y el tiempo no existe, y tampoco el mundo. No quiero ir a clase ni trabajar, no quiero hacer nada, sólo dormir con Jaime todo el día en esta cama tan pequeña.
Y no sé si es bueno o malo, porque por mucho que me empeñe hay un mundo ahí fuera, al otro lado de la ventana, y él lo sabe, la que lo niega soy yo...