prostitutas de lujo, maricas y macarras del este. silicona, escotes, pantalones marcapaquetes. mola este garito. no molan ni la música ni el ambiente. pero el sitio es genial porque los pijos consumen algo más que un mini de calimocho en toda la noche. 3 horas tumbada con Gema en una cama colgada del techo que se balancea, mirando las estrellas y las cachos de tías que pasan por aquí. mola. una muchacha se tumba con nosotras y se queja de que aún no ha conseguido ningún número de telefono. "de tíos?"le pregunto. "rabos no, nena" me responde. mola. y después nos enseña su tatuaje, dos circulitos cruzados con dos crucecitas hacia abajo y las iniciales de su prometida a la que dejó una semana antes de casarse. es lo más parecido a un hombre que he visto en mi vida, pero no físicamente, de cuerpo está tremenda, sólo en la forma de pensar y en su gusto por las mujeres voluptuosas. y nos cuenta que la impresionante gogó que baila allí es trans y además le gustan las tías, joder que cosa más rara. y que todas esas mujeres que parecen vigilantes de la playa o aspirantes a actriz porno venidas a menos, todas, son lesbianas. mola. ver que nada es lo que parece.
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