miércoles, 21 de mayo de 2008

we’re a couple, when our bodies double

Se cansó de esperar, de verle cada día con sus amigos tirado en un banco. De su mutua timidez, de no decirse nada. Ese día, él se acercó a saludarla, y ella, que ya estaba harta de todo eso, le agarró por el cuello de la camiseta y le tiró al cesped. Se subió encima de él y le besó como hacía tiempo que no hacía con nadie, porque la espera no podía haber sido en balde.
Para ella sólo era un juego, esperaba que él lo supiera también. No podía ser otra cosa, no podía darle nada más que eso, pero tampoco podía no ser. Así que al menos, jugarían según sus reglas. Nunca le gustó la poesía, todas esas palabras para decir algo tan simple, así que no habría metaforas entre ellos. Sólo dos personas con las mismas necesidades.


siempre me han gustado los tímidos, me enternecen, pero hay que reconocer que a la hora de hacer algo con ellos, son un puto coñazo. no hablan, no te tocan, y no hacen casi nada, sólo por la pereza que dan es mejor ni pensarlo.

C

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